Si bien hay diferentes tecnologías GPS en el mundo del fútbol, para esta comparación las separaremos en dos grandes grupos: aquellas que se colocan en la espalda en formato de chaleco (Catapult, StatSports, entre otras) y las que se colocan en la pierna (como es el caso de OLIVER).
Según la FIFA, hay tres tipos de sistemas de seguimiento electrónico del rendimiento. Los primeros son aquellos basados en cámaras con sensor óptico, luego los de posicionamiento local (LPS) y finalmente los que analizaremos hoy: tecnología GPS/GNSS.
Adentrándonos en la tecnología GPS en el fútbol, hay numerosos aspectos a tener en cuenta. Tanto la comodidad, la efectividad, la precisión y obviamente el precio son algunos de los tantos factores que ayudan a que un club se decida por una o por otra tecnología. Además, no todos los tipos de fútbol son iguales, por lo que también hay que entender las diferencias entre el fútbol convencional masculino, y el fútbol sala, femenino o fútbol base.
La tecnología GPS, a pesar de haber pisado fuerte en el fútbol, no tuvo sus orígenes en esta disciplina, algo que explica porque los chalecos fueron los primeros en tener presencia Los GPS se colocaban a la altura de la espalda debido a que en esa parte capturaban mejor la señal, algo que con el avance de los años y de la tecnología se solucionó y así nacieron los GPS que se colocan en la pierna. Hoy los chalecos son instrumentos que se utilizan tanto en fútbol como en básquet, hockey o fútbol americano.
Por su parte, los dispositivos colocados en la pierna nacen por la necesidad de darle un valor extra a la tecnología GPS tradicional. Los dispositivos colocados en la zona de la espinillera permiten medir las métricas atléticas que miden los chalecos, pero suman también datos específicos del fútbol, como por ejemplo distancia recorrida con el balón, fuerza de pegada, cantidad de disparos al balón, entre otros.
En conclusión, se colocan en la pierna ya que están diseñados específicamente para fútbol, buscando capitalizar datos que solo pueden ser obtenidos con una colocación en dicha parte del cuerpo.
La mayoría de los dispositivos colocados en la pierna hábil de los jugadores tiene cómo contraprestación que no tienen la posibilidad de ver los datos en directo. Para poder obtener los datos de estos dispositivos es necesario descargar la sesión, en el caso de OLIVER un proceso que se realiza con el móvil y demora entre 45 y 90 segundos por jugador.
Los chalecos GPS si suelen ofrecer la posibilidad de tener acceso a los datos en tiempo real, eso sí, con algunos aspectos a tener en cuenta:
Si bien los chalecos son adaptables a muchos otros deportes, a la hora de pensar en los distintos tipos de fútbol tienen muchos problemas, y en cambio, OLIVER permite adaptarse mucho mejor.
El fútbol femenino es uno de los principales perjudicados por los chalecos, ya que son sumamente incómodos para las mujeres. La colocación en la pierna es una de las razones por las cuales la tecnología GPS pisa cada vez más fuerte. Aquellas empresas que ofrecen dispositivos que se colocan en la zona de la espinillera fueron diseñados con perspectiva de género, acompañando y entendiendo a la perfección el crecimiento del fútbol femenino.
El otro ejemplo emblema es el Futsal. OLIVER es la única empresa que ofrece tecnología de monitoreo a esta disciplina. Gracias a que posee un acelerómetro, permite prescindir del GPS y medir las métricas necesarias para dar ese salto de calidad que se busca con la tecnología.
Hasta hace pocos años, la tecnología GPS era solamente accesible para los clubes de élite. Muchos clubes de las principales ligas tampoco podían acceder por lo costoso que resultaba el análisis de datos individualizado. Con el paso del tiempo, los clubes fueron destinando cada vez más presupuesto y también surgieron muchas empresas que ofrecían servicios similares pero a costos considerablemente menores.
Actualmente, equipar un equipo con chalecos GPS cuesta aproximadamente 2.000 euros por jugador, mientras que empresas como OLIVER ofrecen estos servicios desde poco más de 10 euros mensuales por jugador, algo impensado hasta hace poco tiempo.
Este cambio de paradigma planteado por OLIVER logró numerosas consecuencias positivas al mundo del fútbol. Principalmente, avanzó a pasos agigantados con su misión de democratizar el acceso a la tecnología GPS a todos los clubes y sectores del fútbol. Es decir, cada vez son más los equipos de distintos países y divisiones que pueden acceder a estos beneficios. Por último, logró que no sólo el fútbol masculino disfrute de dichos beneficios, sino que también pisó fuerte en el fútbol femenino, futsal y fútbol base, logrando que ya sean más de 100 equipos y academias los que elijan trabajar con tecnología GPS, muchos de ellos por primera vez en su historia.
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